martes, 16 de octubre de 2018

Adriana Iglesias, la pluma experta que está detrás de los manuales de Certia Editorial




Adriana Iglesias es la pluma experta que se encarga de la corrección de los manuales de Certia Editorial. Licenciada en periodismo, entró en el mundo editorial casi por casualidad. Además, de revisar los textos para subsanar errores y unificarlos bajo un mismo estilo, es autora del manual Inglés A1 (SSCE01)


¿En qué consiste el trabajo de correctora?
El trabajo de correctora consiste en limpiar y sacar brillo a los textos que escribe otra persona, sin que se note. El corrector o correctora se encarga de subsanar los errores, de unificar, de adaptar los textos a las normas de estilo de cada editorial…  Si hablamos de contenidos formativos, además hay que tener en cuenta que el autor o autora ha de ser una persona experta en la materia, pero quizás no está al día en la normativa ortográfica vigente o puede cojear en otros aspectos, porque realmente tampoco es su obligación tener esos conocimientos.

¿Cómo se llega a ser correctora de una editorial como Certia?
En mi caso, soy licenciada en Periodismo y hace unos años entré en el mundo editorial por casualidad, precisamente tras cursar un certificado de profesionalidad. Me enganché al ejercicio de la corrección y decidí formarme, realizando un curso de profesionalización. Hace dos años respondí a una oferta de Certia y aquí estoy.

¿Cuántos libros calculas que has corregido a lo largo de tu carrera profesional?
No sabría poner una cifra, pero sí puedo decirte que, el año pasado, revisé más de 30.

¿Qué se debe tener en cuenta para una perfecta corrección de los manuales?
Además de las normas ortotipográficas y gramaticales vigentes y de las normas de estilo de la editorial, en manuales formativos hay que tener siempre en mente al público al que están dirigidos, es decir, el nivel de cada manual (1, 2 o 3), que indica cuáles son los conocimientos mínimos que deben tener los lectores o alumnos.

Por otra parte, en manuales para certificados de profesionalidad es imprescindible revisar al detalle los índices y que se cumplan las capacidades y criterios de evaluación, que suele ser una de las tareas más arduas, tanto para los autores como para los correctores.

También hay que revisar el formato, que a mí es una tarea que me gusta mucho, la bibliografía, los ejercicios y su adecuación pedagógica respecto al contenido y al alumno…

Es un trabajo que requiere concentración y con el que se aprende muchísimo, porque cada manual aporta algo nuevo.

¿En qué se diferencian los contenidos de un certificado profesional y los de una competencia clave en cuanto a su revisión?
En competencias clave hay que tener más en cuenta todavía al alumno, porque puede ser totalmente neófito en la materia (lengua, inglés, matemáticas…) y, además, va a tener que pasar una prueba de acceso para acceder a un certificado de profesionalidad. Es muy importante ponerse en su piel y, como decía antes, en ocasiones el autor es tan experto en la materia que olvida que sus lectores no lo son, y da por sabidos términos, conceptos o ideas. Como correctora, entra dentro de mis competencias indicarle al autor las mejoras que puede hacer para subir o bajar el nivel de sus contenidos, en función del destinatario.



¿Qué podemos aprender en su manual «Inglés A1 (SSCE01)»?
Mi intención con este manual es acercar el inglés, de la manera más amena posible, a alumnos que lo están cursando por obligación. Cuando descubrí la utilidad y el enorme horizonte que abre el conocimiento del inglés, sobre todo a nivel de relaciones sociales y, por supuesto, a nivel laboral, mi relación con el idioma cambió y aprendí más en un periodo de tiempo relativamente corto, que en todos los años anteriores. Por tanto, mi objetivo es que los lectores no solo aprendan las bases del idioma, sino que también le cojan el gusto, aunque sea un poquito, y decidan seguir estudiándolo.

¿A quién está dirigido este manual?
Son destinatarias de este manual aquellas persona que no tienen ningún tipo de conocimiento del idioma inglés. Según el programa formativo establecido por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, podrán acceder al curso de Inglés A1, utilizando este manual como base, personas mayores de 16 años que sean principiantes absolutos.

¿Qué salidas laborales aporta la obtención de un certificado profesional?
Un certificado de profesionalidad permite a la persona que lo cursa afianzar sus conocimientos y obtener un título que acredite que es competente en su profesión. También permite a una persona formarse en un nuevo sector e, incluso, cambiar de profesión. De hecho, como decía antes, cursando un certificado de profesionalidad descubrí la labor de corrección editorial, hasta el momento nueva para mí, y que ahora compagino con mi trabajo como redactora y periodista. 





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